Cartas al presidente: El Olvido tiene muchos rostros


Son miles de hombres y mujeres, viejos, jóvenes, madres, padres, hijos, indígenas, invidentes, campesinos, amas de casa, trabajadoras sexuales, abogados, electricistas, policías, artesanas, ingenieros, desempleados, comerciantes. Todos, mexicanos. Y todos con esperanza de resolver sus problemas.

Asuntos que pudieron ser resueltos hace años, que debieron ser atendidos con prontitud por las autoridades, casos estancados por cientos de trámites burocráticos, idas y vueltas a oficinas estatales o federales, firmas, sellos de recibido. Las respuestas de siempre: venga mañana, ya cerramos, le faltan dos copias, espere, espere, espere.

Esta vez esperan que sea diferente. Cada una de las cartas ciudadanas dirigidas a Andrés Manuel López Obrador es una petición o una propuesta a su gobierno, la suma de todas ellas es un reflejo de la compleja realidad del país.

Las expresiones vertidas por el presidente, «las cosas ya cambiaron, no somos iguales a los gobernantes del pasado», que «primero van los de abajo, los pobres», y su cercanía con la gente, parecen convencer a quienes acuden a él que ahora sí serán atendidos; tienen la ilusión de que sus palabras no serán archivadas en un cajón destinadas al olvido.

Diariamente unas 400 personas hacen fila en la oficina de atención ciudadana del Palacio Nacional, desde las seis de la mañana y hasta las tres de la tarde. Una enorme puerta de madera, sobre la calle de Moneda en el Centro Histórico se abre para que un grupo de trabajadores del gobierno federal escuche y canalice a las dependencias correspondientes problemas de toda índole: de salud, laborales, económicos, agrarios, judiciales, de derechos humanos.

Los visitantes en su mayoría son de barrios o comunidades marginados de todas partes de México. Es tanta la afluencia, que los ciudadanos que acuden esperan entre 2 y 3 horas para ser atendidos. Nada comparado con el tiempo -a veces años, a veces, décadas-, que algunos han tenido que esperar para al menos ser escuchados por su gobierno.

En los 5 meses que lleva la presente administración, la oficina de atención ha recibido y canalizado más de 50 mil cartas.

“Todas las peticiones que le llegan al presidente, nos hablan de lo que se vive día a día en este país que durante tantos años sufrió tanto abandono por parte del Estado”, dice Emília Cano, socióloga que labora en la oficina.